ELEGIR LA VIDA


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Cuentan de Santa Teresa de Calcuta que, en cierta ocasión, alguien, admirando su servicio a los más necesitados, le dijo: “yo eso no lo haría por todo el dinero del mundo”, a lo cual ella respondió: “y yo tampoco”.

En una de sus homilías, nuestro Arzobispo, Mons. Ulloa, a pocos meses de posesionado de su responsabilidad, comentó a los fieles que agradecía mucho a esas señoras que le decían “cuídese, Monseñor; no se desgaste”. Pero que esa es precisamente su misión: desgastarse por la Iglesia y por el pueblo de Dios.

Hoy, el Deuteronomio nos dice, en la primera lectura: «Mira: hoy pongo delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal. Pues yo te mando hoy amar al Señor, tu Dios, seguir sus caminos, observar sus preceptos, mandatos y decretos, y así vivirás y crecerás y el Señor, tu Dios, te bendecirá. Pero, si tu corazón se aparta y no escuchas, si te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y les sirves, morirás sin remedio.” Dt. 30, 15-20

Y luego, en el Evangelio, Jesús añade: «Si alguno quiere venir en pos de mí, (es decir, si quiere buscarme, seguir mis pasos) que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.». Lucas 9, 22-25.

Elegir a Dios, es elegir la vida. Elegir los placeres de este mundo, es optar por la muerte. Yo mismo anduve en caminos de muerte hasta sentir que mi vida no había tenido sentido. Hoy quiero seguir a Jesús, porque en Él he encontrado el sentido de mi vida.

Señor Jesús: yo quiero seguirte, ir en pos de ti. Por eso, en este camino de conversión que es la Cuaresma, te pido Espíritu Santo para cargar esa cruz personal, el peso de mis pecados, de mis errores, de mis debilidades, y caminar tu camino, sirviendo a los demás, renunciando a la comodidad y al individualismo para compartir con los demás tu amor, tu misericordia, tu perdón y esa Vida Nueva que tú nos has dado. Permite que quien escucha esta reflexión, lo mismo que quienes la compartimos, sepamos cada día elegir el dar, elegir la vida, elegir amar.

Amén.