¿POR QUÉ LLORAS? ¿A QUIÉN BUSCAS?



¡Qué difícil es no poder estar con tus seres más amados en el último momento de sus vidas! Pero más aún debe serlo para tantas familias que están experimentando este momento tan doloroso en medio de la pandemia, porque ni siquiera pueden ocuparse de los restos de sus familiares, sino que los reciben ya cremados, posiblemente para conservarlos hasta que puedan celebrar las honras fúnebres junto a los parientes y amigos más cercanos.

El pasaje de hoy del Evangelio (Juan 20, 11-18) nos obsequia un hermoso consuelo pascual a los que creemos en Jesucristo Resucitado. La imagen de la Magdalena, triste y desconsolada, sin saber dónde han puesto a su Señor, puede movernos a pensar en todas esas esposas y esposos, hijas e hijos, hermanos y amigos, que hoy sufren tan dura realidad. Hoy podemos orar por ellos y decirles que, como María de Magdala, levanten la mirada hacia Jesús Resucitado, que les dice con amor: “¿Por qué lloras? ¿A quién buscas? Yo he vencido a la muerte y aquél que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá.”

Gracias, Padre. Porque solo tú sabes con cuánto amor estás llevando a muchos de tus hijos a vivir la experiencia personal del encuentro con tu Hijo Jesucristo, a través de los difíciles momentos que hoy atravesamos. Gracias, porque nos has dado una Cuaresma, una Semana Santa y una Pascua que jamás podremos olvidar, porque en medio de la incertidumbre y la tragedia, tu Hijo se ha hecho presente para que lo reconozcamos en medio de nosotros, en la familia, en los que hoy salen a sus trabajos a servirnos a todos, sin ninguna distinción. Que Santa María Magdalena interceda por todos nosotros para que reconozcamos a Cristo como nuestro Maestro y Señor, vivo y presente en nuestra realidad. 

Amén.